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Yo soy docente, ¿cuál es su súper poder?

Los docentes desempeñan un papel fundamental en la formación y desarrollo de las generaciones presentes y futuras. Su labor va mucho más allá del mero traspaso de conocimientos, pues tienen la capacidad de inspirar, motivar y transformar la vida de sus estudiantes. En este blog, exploraremos la importancia de la figura del docente en la comunidad y cómo puede cambiar la vida de los alumnos, así como la necesidad de que la burocracia estatal no limite sus capacidades pedagógicas ni su autoridad académica y profesional.


Los estudiantes pasan una gran parte de su infancia y adolescencia en las aulas, lo que convierte a los docentes en figuras clave en su desarrollo personal y social. Los y las educadoras tienen la oportunidad de ser modelos a seguir, demostrando valores como la integridad, la perseverancia y el compromiso, son “niñas”, “don” y “teachers” 24/7, siempre están enseñando, aún fuera del aula. Cuando un estudiante encuentra en su docente a alguien en quien confiar y admirar, puede inspirarse para alcanzar sus propios sueños y metas.


El docente apasionado y dedicado (no el desactualizado, en negación y resistente al cambio, el “walking dead”) puede marcar la diferencia positivamente en el rendimiento académico y en la vida de sus estudiantes. Cuando un educador utiliza estrategias de enseñanza efectivas/activas fomenta la curiosidad y el amor por el aprendizaje. Esto se traduce en mejores resultados académicos, menor filtro afectivo, mayor participación en clase y un más interés por la asignatura. Además, los docentes pueden identificar y desarrollar el potencial único de cada estudiante, ayudándoles a alcanzar su máximo rendimiento.


Más allá del ámbito académico, los docentes también desempeñan un papel crucial en el desarrollo emocional y social de los estudiantes. Un formador que brinda apoyo, empatía y comprensión puede tener un impacto significativo en la autoestima y el bienestar emocional de sus alumnos. Cuando los educandos se sienten valorados, escuchados y aceptados, pueden desarrollar una mayor confianza en sí mismos y habilidades sociales sólidas.


Para que los profesores y profesoras puedan desempeñar su papel de manera efectiva, es fundamental que cuenten con la autonomía y la autoridad académica necesarias. Lamentablemente, en muchos sistemas educativos, la burocracia estatal impone restricciones y limitaciones que obstaculizan la capacidad de los educadores para adaptar sus métodos de enseñanza a las necesidades específicas de sus estudiantes. Es crucial que se reconozca y se respete la experiencia y el juicio profesional de los docentes, permitiéndoles ser parte de un sistema educativo objetivo, que permita la promoción sin sesgos, que provea capacitación continúa de calidad y en un contexto laboral positivo, así como eficiente.


En conclusión, la docencia provee la formación para ser pilares fundamentales de la sociedad, con la capacidad de transformar la vida de sus estudiantes. Al servir como modelos a seguir, influir positivamente en el rendimiento académico y el bienestar emocional, los educadores dejan una huella indeleble en las vidas de aquellos a quienes enseñan. Es responsabilidad de la sociedad y de los sistemas educativos garantizar que su cuerpo docente cuente con el apoyo, los recursos y la autonomía necesarios para desempeñar su labor de manera efectiva y satisfactoria.



Referencias


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3. Jennings, P. A., & Greenberg, M. T. (2009). The prosocial classroom: Teacher social and emotional competence in relation to student and classroom outcomes. *Review of Educational Research*, 79(1), 491–525. https://doi.org/10.3102/0034654308325693


4. Nieto, S. (2013). *Finding joy in teaching students of diverse backgrounds: Culturally responsive and socially just practices in U.S. classrooms*. Heinemann.


5. Fullan, M. (2007). *The new meaning of educational change* (4th ed.). Teachers College Press.


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Ronald Montes
Ronald Montes
15 août 2024
Noté 5 étoiles sur 5.

.Me gustó. En el punto como siempre.

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